Me permito vivir lo que me gusta. La mayoría de las veces voy por la vida dándome el permiso de hacer cosas que disfruto, y esta vez les vengo a contar sobre un momento especial donde pude compartir con un grupo muy especial de personas gracias a que no tengo miedo de socializar.

Era la mañana, nos encontrábamos en el centro de la ciudad realizando varias diligencias, entre ellas acompañar a una amiga en su matrimonio civil. Como mi esposo y su mamá debían hacer algunas cosas antes, yo los quedé esperando en el café del registro.

Después de dar algunas vueltas por el lugar, tomarme un café, pude notar que en uno de los pasillos había una "Barbería", pero esta era una muy particular porque al ver por la ventana pude darme cuenta que tenían una colección de objetos antiguos de las épocas de los años 50 a los 80, sobre todo de Vzla.

Me asomé por la ventana con curiosidad respetuosa pero los señores que atendían el lugar me invitaron a pasar, así que acepté y pude tomar algunas fotos de las que les traigo.

Discos de acetato, radios, teléfonos, afiches de artistas destacados de esas épocas, botellas y muchas antigüedades más. Yo estaba absorta viendo cada detalle de estos objetos, recordando también momentos de mi vida donde pude interactuar con ellos, fue un viaje especial en el tiempo.

Mientras miraba comencé a escuchar una guitarra, y pues para mí es intuitivo y espontáneo sentirme atraída por este instrumento, así que me acerqué al señor que tocaba la guitarra y me quedé observándolo. Mi sorpresa fue cuando este me invitó a cantar y su sorpresa fue cuando yo acepté sin pensarlo, así que me senté a su lado y allí comenzó un recital donde interpretamos boleros, trovas y canciones románticas de los 80. Si me preguntan, sentí que me desconecté del mundo por casi 40 minutos, de hecho, ni me dió tiempo de hacer una foto con ellos porque justo cuando estaba cantando la última canción llegó la amiga que se iba a casar y me vió allí y prácticamente me sacó, jajaja.

Para mí lo bonito de esta experiencia fue darme la posibilidad de compartir un momento de música con personas que nunca había conocido pero que de alguna manera disfrutan las mismas cosas que yo.

Muchas veces por la pena, el miedo ó los juicios dejamos de vivir momentos llenos de mágia como este. Aquí pude compartir con personas de la tercera edad, llenarme un poco de su sabiduría y darles un poco de mí al cantar algunas canciones.

Que la vida se nos vaya viviéndola... En mi caso, cantando.

Gracias por ser parte de este pedacito de mi vida.

Con amor
Zully ❤️

Imágenes propias 📷

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