Those of us who are parents will identify with my words. Many times we talk to our children and it seems like we're talking to a wall. The way we process things is very different when we are children, young people, and adults. A child can be playing and at the same time be attentive to their surroundings and their parents' instructions. Then you ask them what they understood, and they clearly tell you what they were instructed to do. As people grow older, the practice of listening becomes more selective. We listen to what we like, what interests us, and what is important to us. I believe that one of the skills humanity must cultivate is listening. We may not like warnings, but some are life-or-death. A positive exercise is to practice the skill of listening, such as listening to a child or an elderly person. This practice helps us understand that it is often better to listen than to speak.

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Aquellos que son padres se sentirán identificados con mis palabras. Muchas veces hablamos con nuestros hijos y parece que hablamos contra una pared. Y es que la manera de procesar las cosas es muy diferente cuando somos niños, jóvenes y adultos. Un niño puede estar jugando y al mismo tiempo estar atento a su entorno y a las instrucciones de sus padres. Entonces uno les pregunta qué entendieron, y ellos te dicen claramente lo que se les instruyo. A medida que las personas crecen, la práctica de escuchar se hace más selectiva. Escuchamos lo que nos gusta, lo que nos interesa y es importante para nosotros. Considero que una de las habilidades que debe cultivar la humanidad es escuchar. Quizás no nos gusten las advertencias, pero algunas son de vida o muerte. Un ejercicio positivo es practicar la habilidad de escuchar, como por ejemplo escuchar a un niño, o un anciano. Esa práctica nos ayuda a entender que muchas veces es mejor escuchar que hablar.