Toda mi vida desde que tengo uso de razón he estado inclinado a la música. Mi primera familia fue la de una banda show, mis padres viendo ese entusiasmo mío y de mi hermano, decidieron inscribirnos en la orquesta sinfónica.

En ese momento yo desconocía lo importante que sería esa institución para mí, a tal grado de considerarla mi segunda familia, en mis tiempos de liceo solo pensaba en la orquesta y los estudios. Fue una de las épocas más bonitas que he vivido.

Estaré eternamente agradecido con el maestro José Antonio Abreu, por haber soñado con éste proyecto. "Cuando se tiene fe como la de una semilla de mostaza, pueden surgir grandes cosas".

El sistema empezó con 11 músicos, sin atriles ni sillas donde sentarse. De hecho, eran tan escasos los recursos, que una de las formas de afinar que tenían aquellos pioneros era con el ruido que dejaban los teléfonos colgando.

Puedo afirmar con total certeza de que el sistema y su método inclusivo es uno de los mejores del mundo, he conocido personas y niños que vivían en extrema pobreza, que tenían malos vicios he inclusive que no tenían formación académica. Sin embargo, dentro de la orquesta eran alguien totalmente diferente, eran alguien.

Espero disfruten mi vídeo amigos. Se los dejo con mucho amor. ❤️