Saludos, querido espectador, bienvenido a un nuevo espacio hecho para la música y por la música. Feliz año nuevo! Espero que hayas festejado a lo grande el día de ayer, yo la pasé tranquilo entre familia, compartiendo y disfrutando.

Hace un par de días, se me vino la inspiración otra vez, y decidí escribir una canción nueva. Últimamente, no he estado tan conforme con los trabajos que he hecho, no sé, hay algo que quiero expresar, que siento que no sé manifesta bien en las canciones. También busco no repetir ideas, variar entre conceptos,
pero bueno, es inevitable no hablar de un mismo tema de forma diferente si escribes tantas canciones. Creo que esta vez fue la excepción, pude hacer una canción que me gustó y que sentí que logré expresar algo bonito, no sé, eso según mi percepción, tu me dirás si te gusta en los comentarios, con mucho afecto espero que te guste.

La canción es básicamente una canción de amor, una danza de afecto a través del universo que supera lo más grande que hay, tan grande que incluso el brillo de los soles es minúsculo. Los latidos del corazón se vuelven colosales, resuenan en el infinito. La existencia de los seres y en si de todas las cosas no es algo estático, todo se mueve, todo está en función del todo, cada molécula, cada átomo, cada universo. El amor y la relación suprema puede trascenderlo todo, cuando nos concentramos en nuestras relaciones y de como llevarlas adecuadamente, cuando practicamos el afecto y el respeto, cuando vemos lo sagrado en todos los seres, entonces estamos en armonía. Eso mismo pasa con el amor pasional, cuando nos concentramos en el en sus primeros días, es algo maravilloso, pero cuando pasa el tiempo, el proceso también es algo hermoso, conocernos, danzar entre el perdon y la comprensión.