Recordar es parte de la vida. Evocar épocas en donde fuimos felices, por lo general, es una característica innata de los seres humanos. Estos recuerdos, algunos felices, otros no tanto. Unos llenos de la nostalgia que trae consigo la felicidad, o, por el contrario, sentimientos que, en su momento, no nos hicieron nada felices, sino que, nos trasladaron a instantes de tristeza, infelicidad y ¿por qué no? A veces, también, de despecho.

Por lo general, cada momento de la vida viene acompañado por una o varias melodías. La música tiene esa característica especial de traer consigo recuerdos de cualquier índole, pero que son recuerdos al fin. Con música nos trasladamos a un momento específico de la vida donde, inevitablemente, volvemos a experimentar emociones y sentimientos de lo que nos haya sucedido cuando escuchábamos esa melodía.

No soy experta haciendo reseñas musicales. Sin embargo, escuchando hoy, durante las actividades cotidianas, una melodía de una dama de la música, que para mí, es una de las mejores intérpretes en su estilo, me animé a escribir esta publicación. Soy persona de gustos musicales viejos (antiguos), si así se puede decir. De esa música de antes que siempre está vigente y que, sin duda alguna, es escuchada y sentida por muchos corazones románticos como el mío.

Se trata de Rocío Durcal, una cantante de origen español, quien, a mi juicio personal, se nos fue muy temprano del plano físico. Siento que le faltaron muchísimas canciones hermosas por cantarnos y nosotros por disfrutarlas. Su estilo romántico, y a veces algo ranchero, hace que haya muchos quienes disfruten sus canciones, aun después de haber fallecido.

Escuchar las canciones de Rocío, siempre provoca mucha nostalgia en mí. Diferentes emociones encontradas, recuerdos bonitos, otros tristes, mucha nostalgia por ausencias de seres muy queridos y que, al escuchar su música, se activan esos recuerdos que hacen arrugar el corazón en cierta forma. Sin embargo, las disfruto muchísimo y por ello, pasé horas escuchándolas mientras redactaba esta publicación.

Remembering is part of life. Evoking times when we were happy, in general, is an innate characteristic of human beings. These memories, some happy, others not so happy. Some are full of the nostalgia that happiness brings, or, on the contrary, feelings that, at the time, did not make us happy at all, but rather, moved us to moments of sadness, and unhappiness, and why not? Sometimes, also, out of spite.

In general, every moment of life is accompanied by one or more melodies. Music has that special characteristic of bringing back memories of any kind, but they are memories after all. With music, we are transported to a specific moment in life where, inevitably, we re-experience emotions and feelings of whatever happened to us when we were listening to that melody.

I am not an expert at reviewing music. However, listening today, during daily activities, a melody of a lady of music, who for me, is one of the best interpreters in her style, I was encouraged to write this publication. I am a person of old musical tastes, if I can say so. Of that music of yesteryear that is always current and that, without a doubt, is listened to and felt by many romantic hearts like mine.

We are talking about Rocio Durcal, a singer of Spanish origin, who, in my personal opinion, left us very early from the physical plane. I feel that she missed many beautiful songs to sing for us and for us to enjoy them. Her romantic, and sometimes ranchero style, means that many enjoy her songs, even after she has passed away.

Listening to Rocío's songs always provokes a lot of nostalgia in me. Different emotions, beautiful memories, sad ones, a lot of nostalgia for the absence of loved ones, and, listening to her music, activates those memories that make the heart wrinkle in a certain way. However, I enjoy them very much and therefore, I spent hours listening to them while writing this publication.

Una melodía emblemática de Rocío Durcal, sobre la que se tejieron muchas suposiciones de por qué y a quien se la había dedicado. Más allá de eso, es una hermosa canción que retrata el sentimiento después de la dolorosa pérdida de un ser querido. Su autor es el famoso cantante, Juan Gabriel. Tiene mucho sentimiento a través del entrelazamiento perfecto y armónico de la melodía y la letra, así como la majestuosa voz de Rocío.

Confieso que al escucharla, me invade el sentimiento que supongo quiere transmitir la canción, y es ese sentimiento de nostalgia por una gran pérdida. Ese dolor que está allí después de un evento de esa índole y que te hace hasta llorar de emoción. Una canción muy hermosa que ocupa el tercer lugar de mi Top favorito.

La canción de un amor prohibido que termina. De esos amores casuales que son fugaces pero dejan huellas. El sentimiento de la amante expresado en comparación con el elemento felino bajo un elemento romántico como la lluvia, además de la melodía que acompaña la increíble voz de Rocío, transmite muchas sensaciones respecto al tema. Fabulosa, es mi cuarta favorita.

Y para cerrar escogí, una melodía de ritmo alegre y ligero, que retrata el sentimiento de haber concluido una relación y que esa otra persona no cese de buscarte e insistirte, en un dúo alegre, con una interpretación ligera, pero pegajosa, muy fácil de escuchar y de que te guste. Debo decir que mis duetos favoritos de Rocío son los que hizo acompañada de Juan Gabriel.