¡𝐐𝐮é 𝐫𝐢𝐜𝐨 𝐬𝐮𝐞𝐧𝐚 𝐮𝐧 𝐫𝐨𝐜𝐤 𝐚𝐧𝐝 𝐫𝐨𝐥𝐥 𝐜𝐨𝐧 𝐓𝐢𝐦𝐛𝐚!|𝐑𝐞𝐬𝐞ñ𝐚 (ESP-ENG)

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El tiempo no perdona, nos arrastra como hojas secas en un temporal de octubre, y aunque ya no somos los mismos, hay cosas que se clavan en la memoria como un machetazo en tronco de caoba. La música, sobre todo, resiste. Se agarra a los huesos, a los recuerdos, a las paredes de los bares donde alguna vez creímos que éramos inmortales.

Por eso hoy hablo de Havana Abierta, de esos locos que en los 90 convirtieron sus canciones en el himno clandestino de una generación entera.

Yo lo viví. Las cintas de casete desgastadas, las copias piratas que circulaban de mochila en mochila, las noches en Santiago donde el aire olía a ron barato y sudor. Eran tiempos de romper moldes, de mezclar el son con el rock, la rumba con el blues, como si no hubiera reglas. Como si el mundo fuera nuestro.

Vanito Brown, Luis Barbería, Alejandro Gutiérrez, José Luis Medina. Más tarde, Boris Larramendi, Kelvis Ochoa, Pepe del Valle, Andy Villalón. Nombres que sonaban a leyenda antes de serlo.

Sus letras no eran solo versos: eran confesiones, gritos, carcajadas en medio del derrumbe. Nos hicieron bailar, sí, pero también pensar. Pintar. Escribir. Amar como si no hubiera mañana.

En 1996 llegaron a Madrid con Habana Oculta, un disco producido por Gema y Pavel que ya olía a obra maestra. Un año después, se bautizaron para la historia: Havana Abierta.

Con 24 horas, el segundo álbum, se volvieron epidemia. Sus canciones se quemaban en CDs piratas, se pasaban de mano en mano, se colaban en las fiestas y los autos viejos. Ya no eran solo de Cuba. Eran de todos los que llevaban la isla tatuada en el pecho, aunque nunca hubieran puesto un pie en La Habana.

Entre diciembre de 2002 y enero de 2003, volvieron. Era la primera vez que pisaban su tierra desde la partida, y aunque yo estaba en Santiago, a mil kilómetros de distancia, mi cabeza y mi corazón estaban en La Tropical. Diez mil voces coreando cada canción como si fuera un rezo. Un reencuentro que no era solo de la banda con su gente, sino de una generación partida en dos por el exilio y vuelta a juntar por la música.

Havana Abierta es la voz de los que se fueron y los que se quedaron. Barbería con su rock áspero, Vanito con su son que huele a tabaco viejo, Boris con esa fusión que solo nace en Cuba. No hay etiquetas que les quepan. Son puro talento, pura contradicción, pura isla.

En 2012, casi diez años después, repitieron la hazaña. Otra vez La Tropical, otra vez el público cantando como si el tiempo no hubiera pasado. Como si todavía fuéramos aquellos muchachos que creían que la música podía cambiarlo todo.

Nos hacemos viejos. Es ley de vida. Las arrugas llegan, los sueños se apagan, los amigos se pierden en el camino. Pero algo queda. Algo que no se borra. Esas canciones que nos recuerdan quiénes fuimos. Que nos devuelven, aunque sea por tres minutos, a cuando todo era posible.

Havana Abierta no es solo una banda. Es el latido de una generación que se niega a morir.

¡Qué rico suena un Rock and roll con Timba!
Havana Abierta te lo trae de P...!

Porque "la vida es un divino guión".

🤝 𝐆𝐑𝐀𝐂𝐈𝐀𝐒 𝐏𝐎𝐑 𝐕𝐈𝐒𝐈𝐓𝐀𝐑 𝐄𝐒𝐓𝐀 𝐏𝐔𝐁𝐋𝐈𝐂𝐀𝐂𝐈Ó𝐍

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How Good a Rock and Roll with Timba Sounds! | Review

Time doesn’t forgive. It drags us like dry leaves in an October storm, and though we’re no longer the same, some things stick in our memory like a machete slash on a mahogany trunk. Music, above all, endures. It clings to our bones, our memories, the walls of the bars where we once believed we were immortal.

That’s why today I talk about Havana Abierta, those madmen who in the '90s turned their songs into the clandestine anthem of an entire generation.

I lived it. The worn-out cassette tapes, the pirated copies passed from backpack to backpack, the nights in Santiago where the air smelled of cheap rum and sweat. Those were times of breaking molds, of blending son with rock, rumba with blues, as if there were no rules. As if the world were ours.

Vanito Brown, Luis Barbería, Alejandro Gutiérrez, José Luis Medina. Later, Boris Larramendi, Kelvis Ochoa, Pepe del Valle, Andy Villalón. Names that sounded like legends before they truly were.

Their lyrics weren’t just verses—they were confessions, shouts, laughter in the midst of collapse. They made us dance, yes, but also think. Paint. Write. Love as if there were no tomorrow.

In 1996, they arrived in Madrid with Habana Oculta, an album produced by Gema and Pavel that already smelled like a masterpiece. A year later, they baptized themselves into history: Havana Abierta.

With 24 horas, their second album, they became an epidemic. Their songs burned on pirated CDs, passed from hand to hand, sneaked into parties and old cars. They were no longer just Cuba’s—they belonged to everyone who carried the island tattooed on their chest, even if they’d never set foot in Havana.

Between December 2002 and January 2003, they returned. It was the first time they’d stepped on their homeland since leaving, and though I was in Santiago, a thousand kilometers away, my head and heart were at La Tropical. Ten thousand voices chanting every song like a prayer. A reunion that wasn’t just the band with their people, but of a generation split in two by exile and brought back together by music.

Havana Abierta is the voice of those who left and those who stayed. Barbería with his rough rock, Vanito with his son that smells of old tobacco, Boris with that fusion that only comes from Cuba. No label fits them. They’re pure talent, pure contradiction, pure island.

In 2012, nearly ten years later, they did it again. Once more at La Tropical, once more the crowd singing as if time hadn’t passed. As if we were still those kids who believed music could change everything.

We grow old. It’s the law of life. Wrinkles come, dreams fade, friends get lost along the way. But something remains. Something that can’t be erased. Those songs that remind us who we were. That bring us back, even if just for three minutes, to when anything was possible.

Havana Abierta isn’t just a band. It’s the heartbeat of a generation that refuses to die.

How good a rock and roll with timba sounds!
Havana Abierta brings it to you like...!

Because "life is a divine script."

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"La vida es un divino guión", sip, definitivamente.
Y en el vídeo se alcanza a ver a "la crème de la crème": Perugorría, Varela, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, un actor, cuyo nombre no recuerdo ahora mismo, que hacía el personaje de Caín Caín en un programa de TV para niños 🥰 ...

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Tal cuál, un divino guión, una nota, musical, una oportunidad magnífica para tratar de entender qué somos y por qué estamos aquí.

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Havana Abierta te lo trae de pin...ya sé que sí, ya sé que no. Me encantaba escuchar sus canciones en la Universidad.

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Época genial ❤️
Jajaja jajaja jajaja jajaja

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Habana Abierta encantó desde la fusión del son cubano, rock y trova con letras poéticas y críticas. A muchos jovenes les gustó desde el primer instante su música, llena de autenticidad y energía. Es como el alma cubana, la del exilio y la de la isla. Canciones como 24 horas son mezcla de nostalgia, humor y protesta; puro disfrute y pensamiento.

Gracias @marabuzal por traer un trozo de Cuba 🇨🇺

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Imposible que sea de otra manera corazón
Esta islita nuestra late en nuestra piel.
Afectos 🇨🇺

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Pues yo los vine a escuchar muchos años después, en esa época y esta he sido más calmada, más sobria con la música, quizás hasta estática porque no evoluciono, me gusta la misma música desde hace 20 años. Sin embargo admito que fueron una revolución dentro de los acordes de un país que a veces necesita soñarse lejos.

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Sí evolucionas.
De hecho llegaron a ti.
Nunca es tarde para la dicha y la garganta brillante en su música y mejor sonido
Versos también, malevolencia y candor
"Hace calor en La Habana '✨

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Havana Abierta siempre, parte de la banda sonora de mi vida. Y la vida , en su divino guión, me regaló el privilegio de corear sus canciones en vivo. Yo estuve en La Tropical en 2012 y... Uffff, arrollando bien

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Esoooo ✨
Me satisface mucho saberlo
Debió ser fantástico estar ahí
Qué te quiten lo bailao a ver si pueden 🤣🇨🇺

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Nadie podrá... Desde entonces sí tengo la llave 😂😂😂

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No hay manera de decirlo mejor... Gracias

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Gracias, amiga mía.
Te abrazo 🇨🇺

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Me encanta! Los ví en vivo varias veces allá en el Salón Rosado y en la Tropical!

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Que rico su3na un rock and roll con timbaaaaa, Habana Abierta te lo trae de pinga

Hermosa tu reseña!!! La disfruté mucho. Gracias por compartir, mi hermano!!!

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Asere, tuve que volver a leerla, y descargarle a tu reseña, te comento: cuando estos locos comenzaron yo era una niña, pero, ya en 2012 hacía de las mías, próxima a mis años de Univerisdad y todo lo que aquello implicó 😎😏.... Havana Abierta me ponía loca, sacaba mis ganas más mesuradas 😆. Mi mamá gritaba pidiendo que bajase el equipo de música y yo con aquello a to' meter, la presidenta del CDR un día se puso a hablar lo que pica el pollo, en fin... toda una historia, como la de tantas y tantos con la musicona que hacían estos muchachos....
La natilla la natillaaaa ayyyyy
Havana Abierta, un lujón de artistas...
Gracias por hacerme recordar esos años!!!

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Jajaja jajaja jajaja jajaja
Así calaron, fueron un escándalo nacional, me arriesgo a pensar
Estoy muy feliz por tu reelectura y sacar a flote esos agradables recuerdos que marcaron para siempre el paso de una época en nuestras vidas.
Te quiero muchísimo
Pero eso ya lo sabes
Mil abrazos y mil besos
Salud y prosperidad
Cariños al emperador Mateo 🇨🇺💎💎💎

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Buenísima música.
Si supieran que ya no sólo en la Habana está duro alto el mango.

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Es que leí el título de tu post y me remitió precisamente a ellos, una banda icónica de nuestra cultura a pesar de todos los contratiempos que se les presentaron. Afortunadamente, cuando la calidad de una obra es genuina, permanece en la historia y eres una prueba de ello.
¡Gracias por traerlos acá!

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