Un museo dedicado a Los Beatles ubicado en Buenos Aires / A museum dedicated to The Beatles located in Buenos Aires

Paseando con mi pequeño, en el corazón de la calle corrientes de Buenos Aires, nos encontramos con un mini shopping que era más una galería gastronómica, dentro de la cual todo fue sorpresivo para nosotros, sin sospechar que lo mejor de todo estaba justo al final.

Al ser feriado, muchos de los espacios estaban cerrados, así que quedó anotado que debemos repetir la visita en un día corriente, llevando también dinero suficiente para hacernos un tour por algunos de esos puestos que ofrecían papas rellenas, sushi, cafés y otras delicias.

Igual era agradable el paseo dentro de la zona, sobre todo cuando un fondo musical resonó en mis oídos, trayendo recuerdos de hace muchos años, cuando papá colocaba sus discos de vinilo los domingos por la tarde.

Guiada por el ritmo de la música, llegamos hasta la entrada del Museo de los Beatles, que aunque estaba cerrado, pudimos ver desde fuera parte de lo que intuyo podríamos ver dentro, ya que al costado tiene una especie de tienda de souvenirs que ofrece mercancías con las figuras de los 4 de Liverpool.

Quizás de haber ido un día corriente, tampoco hubiera podido entrar, pues un cartel daba información sobre las visitas guiadas, así que imagino que la entrada no era libre sino con reservación.

Me causó mucha ternura cuando mi hijo me pregunta quienes son, y cuál era el jefe. Ahí me sentí como si mi papá estuviera hablando a través de mi, explicándole un poco sobre la historia de la banda, sus éxitos, la separación, y la muerte de Jon Lennon. Con esto último se vino la pregunta: mamá, pero si era fanático de él, por qué lo mató? Tocó hablar sobre lo peligroso de los extremos y también sobre lo que implica exponerse tanto a la vista de los demás.

Al lado del museo está un café/bar llamado La Caverna, que tiene mesas tanto dentro como en el exterior, y donde se encuentra ubicada una pequeña tarima. Me imagino que se presentarán bandas locales, algunas con covers de Los Beatles, sería genial poder ir en la noche y disfrutar de ese ambiente.

Como ya nos habíamos agotado el presupuesto del paseo, no inventamos de entrar sin consumir, pero igual nos trajimos las fotos para compartirles a ustedes este hallazgo.

Un dato curioso de esta visita fue que mi teléfono ya estaba casi descargado, y mi pequeño, quien tiene uno para jugar y ver videos me dijo, mamá, saca mi teléfono para seguir tomando fotografías! así que debo darle crédito a él por permitirme usarlo para documentar todo este espacio. Ya luego llegamos a casa con ambos teléfonos descargados, pero muchas anécdotas por contar.

Walking with my little one, in the heart of Corrientes street in Buenos Aires, we came across a mini shopping center that was more of a gastronomic gallery, within which everything was surprising for us, without suspecting that the best of all was right at the end.

As it was a holiday, many of the spaces were closed, so it was noted that we must repeat the visit on a normal day, also bringing enough money to take a tour of some of those stalls offering stuffed potatoes, sushi, coffee, and other delights.

Still, the stroll within the area was pleasant, especially when a musical background resonated in my ears, bringing back memories of many years ago when Dad played his vinyl records on Sunday afternoons.

Guided by the rhythm of the music, we made it to the entrance of The Beatles Museum, which although was closed, we could see part of what I assume we could see inside from outside, as it has a kind of souvenir store next to it offering merchandise with the figures of the Four from Liverpool.

Perhaps if we had gone on a normal day, I wouldn't have been able to enter either, as a sign provided information about guided tours, so I imagine the entry wasn't free but by reservation.

It was heartwarming when my son asked me who they were, and who was the boss. That's when I felt as if my dad was speaking through me, explaining a bit about the band's history, their hits, the breakup, and the death of John Lennon. With the latter, came the question: "Mom, but if he was a fan of him, why did he kill him?" It led to a discussion on the dangers of extremes and also on what it means to expose oneself so much to the public eye.

Next to the museum is a cafe/bar called La Caverna, which has tables both inside and outside, and where there's a small stage. I imagine that local bands will perform there, some with Beatles covers, it would be great to go at night and enjoy that atmosphere.

Since we had already finished the outing budget, we didn't dare to enter without making a purchase, but we still took photos to share with you this find.

A curious fact about this visit was that my phone was already almost out of battery, and my little one, who has one for playing and watching videos, told me, mom, take out my phone to keep taking pictures! so I must give him credit for allowing me to use it to document all of this space. We later arrived home with both phones out of battery, but many anecdotes to tell.


Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Tattooworld animated banner
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.

Posted Using InLeo Alpha



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Me dio mucha ternura, imaginándome cuando explicas a tu niño, algo que tu padre amaba tanto. Toda una escena cinematográfica. Genial, dándole los créditos por cederte las capturas. Se merece otra salida, pero esta vez que incluya papas fritas.

Saludos para ambos.

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Este es un museo que me gustaría conocer, que lindo Fabri que te ayudo con las fotos. Me encantan sus paseos porque aprovecho de conocer junto a ustedes.

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Qué hermosa salida! Puedo imaginarte a ti hablándole a Fabri. Que se repita!

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