La música es en definitiva una parte importante para la vida de todos, forma parte de nosotros, nos hace pasar y rememorar momentos hermosos de la vida, y teniendo además variedad de géneros para cada gusto. En mi caso particular, desde pequeño me ha gustado no solo escucharla sino también cantarla, aunque lo hacía con mucha pena y solamente para mí. Hoy, paso por la hermosa comunidad de Lifestyle para contarles cómo fue mi primera experiencia de educación musical, en mi paso por la agrupación coral Niños Cantores de Juangriego (Juvenil).

Aunque me gusta el canto desde pequeño, y siempre vi mientras estaba en la escuela primaria a algunos de mis compañeros asistir a clases corales, la verdad es que mi educación musical podría decirse que empezó de forma algo tardía, ya a mis 17 años, cerca de graduarme del liceo, además de forma inesperada, ya que para esos momentos no era algo que me pasara por la cabeza, ¿Cantar a otras personas? ¿Subirme a un escenario a cantar? Definitivamente eran cosas que no lograba concebir en mi mente, no me atrevía.

Como ya les conté en mi post de introducción hace ya un tiempo, quien me dio el empujón para lanzarme a esa nueva experiencia fue una amiga del liceo, que escuchó de un nuevo profesor de Castellano, Francisco Marín, quien es además Director Coral de Niños Cantores de Juangriego, y estaba buscando nuevos integrantes que formaran parte de esta. Un día ese profesor se me acerca cuando voy saliendo de mi salón y me sorprende preguntándome si yo cantaba, ya que se lo habían dicho, y que si lo hacía que le cantara un fragmento de cualquier canción que me gustara. Y aunque sí le confirmé que canto, me llené de nervios para cantar el fragmento, pero él fue insistente y logró convencerme de hacerlo, y canté un fragmento creo que de la canción “Me Soltaste” de Jesse y Joy, lo hice aun con temblor en las piernas. No sabía que reacción esperar, pero fue positiva, y me invitó a asistir al siguiente ensayo del coro, que sería unos pocos días después, y decidí aceptar la oportunidad.

Aún recuerdo un poco de los primeros días allí, me sentía bastante perdido porque no tenía ni un poco de conocimiento acerca de música, no sabía ni lo que era una octava, lo que me salvaba era mi oído y afinación, pero rápido pude adaptarme a los términos que usaban, además de aprender sobre las distintas cuerdas de voces, y el uso de la técnica coral y sus distintos aspectos, así como también ciertas técnicas para poder dar mejores interpretaciones con la voz.

Luego de este aprendizaje en ensayos y de montar algunas canciones, venían los mayores retos: Los conciertos. Mi primer concierto con el coro fue en la Iglesia Nuestra Señora de Santa Ana, en la cual se estaba celebrando un homenaje al señor Beto Balderrama. Aún con mis nervios y los de todos los pertenecientes al coro, dimos una excelente presentación. Un detalle curioso, es que durante todo este transcurso de aprendizaje e incluso para esta presentación, mis padres no sabían absolutamente nada de que yo había entrado a un coro, por la pena que yo tenía de mi canto lo oculté tontamente, ya que inevitablemente se darían cuenta.

Para mi segundo concierto con el coro tuve un reto aún mayor, ya que para este se hizo una gala solista y de dúos. Junto a una compañera, cantamos la versión en español de la canción “All of me” de John Legend, por Kevin y Karla. Cantamos los dos solos, sin el resto del coro a nuestro alrededor, y sin director que seguir frente a nosotros, resonando solo nuestras voces en el teatro. Todo esto para mí, que tenía pena de decirle incluso a mis padres, representaba un paso enorme, que debo admitir di con muchos nervios y mucho miedo, pero el apoyo de Francisco y de mis amigos del coro nunca faltó, y fue un paso que pudimos dar con éxito. Este además fue el primer concierto al que asistieron mis padres, y también la primera vez que me escucharon cantar.

Poco a poco, presentación tras presentación, fuimos aprendiendo más y más, mejorando tanto en conjunto como coro, como en solista cada uno de los integrantes, y perfeccionando las canciones del repertorio. Me siento muy agradecido con el coro, porque ahí di mis primeros pasos en el canto, gracias a esa experiencia gané la confianza para incluso participar en un concurso, pero eso ya es una historia que les contaré en otro post. Y aunque hoy no formo parte, los Niños Cantores de Juan Griego siguen activos bajo la dirección de Francisco, brindando aprendizaje para muchos jóvenes y dando presentaciones brillantes y de mucha calidad.

Cuéntenme en los comentarios que tal les pareció esta parte tan importante de mi vida!

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Fotos extraídas del Instagram de Niños Cantores de Juangriego con el permiso de su director Francisco Marín. Banner hecho con la app Canva.

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My First Steps in the Singing: Choir Niños Cantores de Juangriego.

The Music is definitely an important part of everyone's life, it is part of us, it makes us spend and remember beautiful moments of life, and it also has a variety of genres for every taste. In my particular case, since I was a child, I have liked not only to listen to it but also to sing it, although I did it with great shame and only for myself. Today, I come to the beautiful Lifestyle community to tell you about my first experience of musical education, in my time in the choral group Niños Cantores de Juangriego (Juvenil).

Although I like singing since I was a child, and I always saw while I was in elementary school some of my classmates attending choral classes, the truth is that my musical education could be said to have started a little late, already at my 17 years old, close to graduating from high school, also unexpectedly, since at that time it was not something that crossed my mind, singing to other people? Getting on stage to sing? Definitely these were things that I could not conceive in my mind, I did not dare.

As I told you in my Introduce Myself post some time ago, who gave me the push to launch me to this new experience was a friend from high school, who heard about a new Spanish teacher, Francisco Marín, who is also the Choir Director of Niños Cantores de Juangriego, and was looking for new members to be part of it. One day that teacher approached me as I was leaving my classroom and surprised me by asking me if I sang, since he had been told that I did, and that if I did, I should sing a fragment of any song I liked. And although I did confirm to him that I sing, I was nervous to sing the fragment, but he was insistent and managed to convince me to do it, and I sang a fragment I think of the song "Me Soltaste" by Jesse and Joy, I did it even with trembling legs. I didn't know what reaction to expect, but it was positive, and he invited me to attend the next choir rehearsal, which would be a few days later, and I decided to accept the opportunity.

I still remember a little of the first days there, I felt quite lost because I did not even have a little knowledge about music, I did not even know what an octave was, what saved me was my ear and tuning, but quickly I could adapt to the terms they used, besides learning about the different strings of voices, and the use of choral technique and its different aspects, as well as certain techniques to give better interpretations with the voice.

After this learning in rehearsals and setting up some songs, came the biggest challenges: the concerts. My first concert with the choir was at the Nuestra Señora de Santa Ana Church, where a tribute to Mr. Beto Balderrama was being held. Even with my nerves and those of everyone in the choir, we gave an excellent performance. A curious detail is that during all this course of learning and even for this presentation, my parents knew absolutely nothing that I had joined a choir, because of the shame I had of my singing I hid it foolishly, since they would inevitably find out.

For my second concert with the choir I had an even bigger challenge, because for this one there was a solo and duet gala. Together with a partner, we sang the Spanish version of John Legend's "All of me" by Kevin and Karla. We sang just the two of us, without the rest of the choir around us, and with no director to follow in front of us, with only our voices echoing in the theater. All this for me, that I was ashamed to tell even my parents, represented a huge step, which I must admit I took with a lot of nerves and a lot of fear, but the support of Francisco and my friends in the choir was never lacking, and it was a step that we were able to take successfully. This was also the first concert my parents attended, and also the first time they heard me sing.

Little by little, performance after performance, we learned more and more, improving both as a choir and as soloists, and perfecting the songs in the repertoire. I feel very grateful to the choir, because that is where I took my first steps in singing, thanks to this experience I gained the confidence to participate in a contest, but that’s a story I’ll tell you in another post. And although today I am not part of it, the Niños Cantores de Juan Griego are still active under the direction of Francisco, providing learning for many young people and giving brilliant and high quality presentations.

Tell me in the comments what you thought of this important part of my life!

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Photos taken from Niños Cantores de Juangriego's Instagram with the permission of its director Francisco Marín. Banner made with the Canva app.