¿Y qué? (microficción para Miles Davis, en el Día Internacional del Jazz)(Esp | Eng)

No podía dejar que terminara el 30 de abril, el Día Internacional del Jazz, esa pasión viva que nos acompañará siempre, sin dedicarle aunque sea un pequeño elogio. El año pasado escribí este post en su honor (ver aquí) y he publicado textos ensayísticos o ficcionales sobre algunas de sus figuras (Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Charlie Parker, Billie Holiday)... Esta vez quise recordar al gran Miles Davis.

I couldn't let April 30, International Jazz Day, that living passion that will always be with us, end without dedicating even a small eulogy to it. Last year I wrote this post in his honor (see here) and I have published essayistic or fictional texts about some of his figures (Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Charlie Parker, Billie Holiday)... This time I wanted to remember the great Miles Davis.

La medianoche me llama, con su luz queda, su respiración profunda, sus silencios. Hacia ella camino, como quien despierta de un momento de largo sopor y se adentra ahora en un liviano y calmo sueño. Suave suena la trompeta, asordinada, como quisiera a veces la vida. Pero el saxo de Coltrane me despierta con su sonido vivo, que estremece la sangre. Y vuelve la armonizada melodía del piano a mis oídos para sentir de nuevo el ritmo interior.

Otras veces la noche es dura. Lo fue mi vida desde mi juventud en los bares y calles donde tocaba, y luego la mortal reina de las venas que me sujetó por mucho tiempo. Luché contra ella, aunque ya estaba aposentada en mí. Fueron tantos los grandes maestros y amigos, a los que quizás no supe agradecer completamente: Charlie, Dizzy, Thelonious, Bill...Quizás no me alcance esta noche para nombrarlos. ¡Los héroes y santos de eso que sigue sonando en nuestra alma, y llamamos jazz, con la gracia de nuestros ancestros!

Negra y honda es la noche, como el blues, la música que nos abriga. ¿Y entonces?