Vinícius de Moraes, uno de los más grandes poetas y músicos que ha dado Brasil, nació el 19 de octubre de 1913 en Río de Janeiro, donde también falleció en 1980. Considerado entre los poetas más destacados en lengua portuguesa, fue el iniciador de la bossa nova, junto con Tom Jobim y João Gilberto, movimiento y estilo que renovó la música brasileña e influyó poderosamente en la internacional.

Su vida estuvo dedicada a la poesía y a la música desde muy joven hasta los últimos años de su existencia, aunque también hizo carrera como diplomático y como crítico de cine. Con pasión y una actitud bohemia, escribió la letra de una inmensa cantidad de canciones, tan conocidas y versionadas como "Garota de Ipanema" ("Chica de Ipanema"), y varios libros de poemas, entre ellos, Para vivir un gran amor (1962). Este título es muy revelador, pues la poesía y las canciones escritas por Vinícius de Moraes tienen entre sus temas centrales el sentimiento amoroso, la mujer (mejor dicho, las mujeres), y su entusiasmo por la naturaleza, especialmente el mar.

Tanto la poesía escrita para ser leída como aquella hecha para ser cantada (para ello contó con la participación de sus músicos amigos, Jobim y Toquinho, entre otros) se caracterizó por un estilo que se nutrió de lo cotidiano y aparentemente banal, donde descubrió una belleza que convirtió en lírico lenguaje, juntando la cultura popular (negra, carioca, caribeña) con la riqueza de la lengua y la tradición poética.

De él les compartiré tres poemas breves, y les dejaré acceso a varias de sus canciones más famosas y queridas.

A una mujer

Cuando la madrugada entró extendí mi pecho desnudo sobre tu pecho
Estabas trémula y tu rostro pálido y tus manos frías
Y la angustia del regreso moraba ya en tus ojos.
Tuve piedad de mi destino que era morir en mi destino
Quise apartar por un segundo de ti el fardo de la carne
Quise besarte en un vago cariño agradecido.
Pero cuando mis labios tocaron tus labios
Comprendí que la muerte ya estaba en tu cuerpo
Y que era preciso huir para no perder el único instante
en que fuiste realmente la ausencia de sufrimiento
En que realmente fuiste la serenidad.

Poema que nos ofrece una particular experiencia amorosa, en la que el amor se confunde con el deseo y la muerte.

Mar

En la melancolía de tus ojos
Yo siento la noche inclinándose
Y oigo las cantigas antiguas
                     Del mar.

En los fríos espacios de tus brazos
Yo me pierdo en caricias de agua
Y duermo escuchando en vano
                     El silencio.

Y anhelo en tu misterioso seno
En la atonía de las ondas redondas
Náufrago enterrado al flujo fuerte
                     De la muerte.

Entre las imágenes del mar y la mujer, confundiéndose una en otra, de nuevo el goce y la melancolía, la vida y la muerte.

Epitafio

Aquí yace el Sol
Que creó la aurora
Y dio la luz al día
Y apacentó la tarde.

El mágico pastor
De manos luminosas
Que fecundó las rosas
y las despetaló.

Aquí yace el Sol
El andrógino tierno
Y violento que

Poseyó la forma
De todas las mujeres
Y murió en el mar.

Curiosamente, este poema es de 1939, y ya el poeta se atrevía a escribir un epitafio. En él se sintetiza, con cierto aire mítico, el portento viril y amoroso, el de ese hombre-poeta que crea y se hace forma en el poema, para hundirse en el deseado cosmos.

Referencias:

Moraes, Vinícius de (2002). Antología poética. España: Visor Libros.
https://letralia.com/transletralia-traducciones/transcronica/2020/08/05/para-vivir-un-gran-amor-de-vinicius-de-moraes/
https://www.poemas-del-alma.com/vinicius-de-moraes.htm

Garota de Ipanema (Vinicius de Moraes y Tom Jobim)