Lola Beltrán, la paloma (microficción)

Nacida el 7 de marzo de 1932 en Sinaloa, Lola Beltrán fue una de las más imponentes cantantes de la música mexicana popular, particularmente de la ranchera y el huapango. Una mujer de gran temple, de firmeza, y a la vez de expresivo talante sentimental, como lo dejó expresar en las muchas canciones que interpretó, que llegaron a nosotros por diversos medios y disfrutamos ampliamente. Por ser esa mujer, tan propia de nuestra Latinoamérica, decidí tomarla para rendir homenaje a nuestras mujeres en su día internacional, a través de una microficción, escrita como si se tratara de una especie de confesión personal.

Me llamaron Lola, pero mi nombre es Lucila. Aunque podría llamarme "Paloma negra". Siempre me gustó esa imagen de la composición de nuestro Tomás Méndez, e interpretada por Chavela me arrobó. Definitivamente, habrá algo de negrura en la suerte, en el destino. Lo han reflejado nuestros escritores —si bien nunca he sido gran lectora—, como el paisano Juan Rulfo. Y la paloma, ave tan suave, queda y colectiva, se presta para gustarnos.

Identificada con ese destino, fui también el "Currucucú paloma" del mismo maestro. ¡Cuánto la disfruté, en muchos sentidos! Desgarradoras las dos (¿por qué temerle a eso?), con esta fue el placer en mi voz y en mi cuerpo lo que sentí. Ese sonido imitado, casi un arrullo, un aliento, pero también exclamación de la pérdida. ¡Cómo no ser paloma!

Referencia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Lola_Beltr%C3%A1n

Paloma negra