Mi banda sonora. Carmina Burana | My soundtrack. Carmina Burana

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Mi conocimiento de lo que llamamos convencionalmente música clásica fue bastante tardío. En mi casa no se escuchaba ese tipo de música, solamente la llamada tradicional, y a mí a partir de los años de la adolescencia me dio por escuchar solo Rock.

Claro que sin duda había debido escuchar algunos fragmentos de Beethoven, Bach o Mozart, porque se utilizaban frecuentemente como parte de las bandas sonoras de las tiras cómicas y en muchas de las películas infantiles de Walt Disney, pero yo escuchaba aquello y no tenía la más mínima idea ni de qué obras se trataban, ni a cuáles compositores correspondían. Si alguien me pedía que identificara a esos segmentos musicales solo podía decir: son música clásica.

Para diciembre del año 81 estaba esperando mi segundo hijo y el primero estaba próximo a empezar el preescolar. Desde que nació el niño se nos dificultaba a mi esposa y a mí cualquier salida a sitios de esparcimiento. Ir al cine, por ejemplo, implicaba contactar con familiares o vecinos para que nos echaran una mano con el niño.

Así que aprovechamos que estábamos pasando unos días con la familia en Caracas, y mi esposa, ya con su voluminosa barriga de seis meses, y yo, decidimos que era tiempo de ir al cine. Sabíamos que luego del nacimiento del segundo hijo iba a ser más difícil encontrar quien se quedara con los dos niños para nosotros salir a divertirnos.

En la cartelera del momento estaban estrenando la película Excalibur, del director británico John Boorman. Yo había leído en el Nacional muy buenas críticas sobre la película. Además, el tema del Rey Arturo siempre se quedó en mi memoria desde que vi La Espada en la Piedra, la película de Disney. Así que mi esposa y yo estuvimos de acuerdo en que era buena idea ver esa nueva adaptación de la leyenda artúrica, esta vez dirigida a un público más adulto.

Para el momento no existía todavía el metro de Caracas, así que el viaje desde Catia, donde vivía nuestra familia, hasta el Este, donde estaban los mejores cines, con pantallas grandes y buenos equipos de sonido, se tardaba más o menos una hora y media. Lo más conveniente era ir a la función de las cinco de la tarde. Así nos daba tiempo de comer algún perro caliente por los alrededores de la Plaza Venezuela, antes de tomar las camionetas que nos devolverían hasta nuestro hogar.

La película realmente me impactó y la he visto muchas veces a lo largo del tiempo. La banda sonora era muy buena, y fue allí donde la pieza coral Carmina Burana me empezó a interesar.

Al terminar la película ni mi esposa ni yo sabíamos que esos arreglos de coro y orquesta que habíamos escuchado y que le imprimían tanta fuerza y dramatismo a muchas escenas de la película, correspondían a esa obra del compositor alemán Carl Orff.

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En este momento no puedo explicar porque no lo averigüé, o quizá lo intenté pero no supe cómo encontrar la información sobre esa pieza musical. De todos modos no está de más recordar que en aquellos tiempos no existía el internet con las facilidades que nos da hoy para localizar casi cualquier información que necesitemos.

Años después, cuando mi hijo mayor comenzó sus estudios en el kínder musical de la escuela de música Federico Villena, de Maracay, me volví a encontrar de nuevo con esa extraordinaria composición.

La escuela está situada en un espacio que forma parte de la emblemática Casa de la Cultura de Maracay. Por aquel entonces era frecuente que en un área que se utilizaba ocasionalmente como museo también se hicieran ensayos musicales. Más de una vez mientras mi hijo estaba en sus clases yo me acercaba a ver y escuchar aquellos ensayos.

En una oportunidad escuché a los muchachos de las secciones de cuerdas y metales tocando parte de un tema que me resultó familiar. Les pregunté que tocaban y me dijeron que era Carmina Burana, que se estaban preparando para una presentación en el Teatro de la Ópera de Maracay. También me informaron que una hora después comenzarían a ensayar a las diferentes corales que formarían parte de la presentación.

Al terminar la clase de mi hijo esperé con él a que comenzara el ensayo. Cuando inició no lo podía creer. Era la misma intensidad que había escuchado en la película de Excalibur. No sé si el director de aquellos coros podía apreciar alguna disonancia para corregirla, pero a mis oídos aquello sonaba sencillamente sublime.

Aunque estuve pendiente de cuando era aquella presentación, y tenía toda la intención de ir, no pude resolver lo del cuidado de los niños, así que me la perdí. Ni a mi esposa ni a mí nos pareció prudente ir a un concierto de ese tipo con dos niños pequeños que siempre hacen ruidos que indudablemente distraen a los demás de lo que está sonando en el escenario.

Pero no me quedé con las ganas. A lo largo de los años son varias las interpretaciones que de Carmina Burana, en su versión completa, han hecho los diferentes grupos sinfónicos y corales que hacen vida en el Estado Aragua. Gracias a eso he podido disfrutar en vivo de esas interpretaciones, no solo en nuestro querido Teatro de la Ópera sino en otros espacios de la ciudad.

Con frecuencia escucho esta pieza musical, hay algo en ella que es capaz de remover sentimientos muy profundos en mí. La verdad es que siento que me conecta con otros tiempos que me resultan ajenos. Quizá tenga un poco que ver con eso que decía Borges que en cada uno de nosotros se sintetizan todas las vidas del mundo. Puede ser…

De todos los fragmentos que revisé en Youtube les dejo el que más me gusto. Es probable que muchos de ustedes hayan escuchado este excelente tema. Si no es así los invito a que le presten atención.

Gracias por tu tiempo.

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My knowledge of what we conventionally call classical music came quite late. That kind of music wasn't listened to in my house, only traditional music, and from my teenage years onwards I took to listening only to rock.

Of course, I must have heard some pieces by Beethoven, Bach, or Mozart, because they were often used as part of the soundtracks for comic strips and many Walt Disney children's films, but I listened to them and had no idea what works they were or which composers they belonged to. If someone asked me to identify those musical segments, I could only say: they're classical music.

By December 1981, I was expecting my second child and my first was about to start preschool. Since the baby was born, it had been difficult for my wife and me to go out to places of entertainment. Going to the movies, for example, meant contacting family members or neighbors to help us with the baby.

So we took advantage of the fact that we were spending a few days with the family in Caracas, and my wife, already six months pregnant, and I decided it was time to go to the movies. We knew that after the birth of our second child, it would be more difficult to find someone to stay with both children so we could go out and have fun.

The movie Excalibur, by British director John Boorman, was currently in theaters. I had read very good reviews of the film in El Nacional. In addition, the story of King Arthur had always stayed with me since I saw The Sword in the Stone, the Disney movie. So my wife and I agreed that it was a good idea to see this new adaptation of the Arthurian legend, this time aimed at a more adult audience.

At the time, there was no subway in Caracas, so the trip from Catia, where our family lived, to the east, where the best movie theaters with large screens and good sound systems were located, took about an hour and a half. The most convenient option was to go to the 5:00 p.m. showing. That gave us time to eat a hot dog around Plaza Venezuela before taking the buses that would take us back home.

The film really made an impression on me, and I have watched it many times over the years. The soundtrack was very good, and it was there that I first became interested in the choral piece Carmina Burana.

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When the film ended, neither my wife nor I knew that the choir and orchestra arrangements we had heard, which gave so much power and drama to many scenes in the film, were from that work by the German composer Carl Orff.

At this point, I can't explain why I didn't find out, or maybe I tried but didn't know how to find information about that piece of music. In any case, it is worth remembering that in those days there was no internet with the facilities it gives us today to locate almost any information we need.

Years later, when my eldest son began his studies at the Federico Villena music school in Maracay, I encountered that extraordinary composition again.

The school is located in a space that is part of the emblematic Casa de la Cultura de Maracay. At that time, it was common for musical rehearsals to also take place in an area that was occasionally used as a museum. More than once, while my son was in class, I would go over to watch and listen to those rehearsals.

On one occasion, I heard the string and brass sections playing part of a piece that sounded familiar to me. I asked them what they were playing, and they told me it was Carmina Burana, which they were preparing for a performance at the Maracay Opera House. They also informed me that an hour later they would begin rehearsing with the different choirs that would be part of the performance.

When my son's class ended, I waited with him for the rehearsal to begin. When it started, I couldn't believe it. It had the same intensity I had heard in the movie Excalibur. I don't know if the choir director could hear any dissonance to correct, but to my ears it sounded simply sublime.

Although I was looking forward to the performance and had every intention of going, I couldn't arrange childcare, so I missed it. Neither my wife nor I thought it wise to go to a concert of that kind with two small children who always make noises that undoubtedly distract others from what is being played on stage.

But I didn't miss out. Over the years, there have been several performances of Carmina Burana, in its complete version, by different symphony and choral groups based in Aragua State. Thanks to that, I have been able to enjoy these performances live, not only in our beloved Opera House but also in other venues around the city.

I often listen to this piece of music; there is something about it that stirs deep feelings in me. The truth is that I feel it connects me to other times that are foreign to me. Perhaps it has something to do with what Borges said, that all the lives in the world are synthesized in each of us. Maybe...

Of all the clips I reviewed on YouTube, here is the one I liked the most. Many of you have probably heard this excellent piece. If not, I invite you to give it a listen.

Thank you for your time.

Translated with DeepL.com (free version).

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Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.

Hasta una próxima entrega. Gracias.


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Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.




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Hermano, déjame primero que nada decirte que solo pensé esto WOW QUÉ CONEXIÓN CON LA MÚSICA TAN ESPECIAL. Ojalá ese preescolar musical donde estudió tu hijo mayor siga ofreciendo esa conexión.¡Una historia bastante evocadora y personal! Me gustó especialmente cómo haces tangible esa experiencia cotidiana para llevarnos a un descubrimiento artístico.
La emoción de ver la película y de descubrir una pieza coral poderosa transmite la capacidad del cine y la música. Un gran abrazo hermano.

PD: También me gusta el rock desde mi adolescencia ja ja ja

Con referente a la obra musical, BUENO!! Por DIOS! Esto un hito orquestal del siglo XX Su profundidad y fuerza no tiene nombre. No creo que exista algo que pueda similar o superar esta obra musical.

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Me alegra que te haya gustado la publicación. El kinder musical y la escuela de música Federico Villena siguen funcionando, aunque ahora están un poco opacados por las escuelas del Sistema de las orquestas Gran Mariscal de Ayacucho. A todos mis hijos los pasé por el kinder musical, los dos mayores avanzaron mucho con la guitarra, el segundo tiene un duo con su esposa en Málaga y hacen muchas presentaciones en sitios nocturnos de allá.
Como dices, la Carmina Burana es una de las grandes obras de nuestro tiempo, no me canso de escucharla, así como tampoco me canso de escuchar a Led Zeppelin, Black Sabbath o Depp purple, jajajaja. Gracias por pasar y por tus generosas palabras. Un fuerte abrazo desde Maracay estimado @edwardstobia.

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There's magic in this medieval-inspired music that captivates everyone, regardless of whether they're musicians or not. Of course, O Fortuna is the hook that impacts us all, but those of us who are true fans find beauty and distinct moments in each of its numbers: the love songs, the joyful ones, and the sad ones. It makes me so happy to read about this cantata on Hive, my brother. The only time I sang it in Maracay was in 2011 in the auditorium of the military academy. Who knows, maybe you were there? Thanks for sharing my friend 🙏

Hay magia en esta música con características medievales que enamora a todo el mundo, más allá de que sean músicos o no. Claro que el O Fortuna es el gancho que nos impacta a todos, pero quienes nos hacemos realmente fans encontramos belleza y distintos momentos en cada uno de sus números, los de amor, los alegres, y los tristes. Me da mucha alegría leer sobre esta cantata en Hive mi hermano, la única vez que la canté en Maracay fue en 2011 en el auditorio de la academia militar, quien sabe si hasta estabas por ahí... Gracias por compartir mi amigo 🙏


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