La bendición del utero con tambor y cacao | Blessing of the uterus with drum and cocoa [Esp-Eng]

Saludos apreciados lectores hoy doy vida y amor a mi blog con un relato de vida sanador del que aún hoy siento se decanta en mi cuerpo con olor a cacao, río y flores muy cerca de mí.

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Y es que las flores y el cacao en la naturaleza fueron elementos indispensables y propicios para la “Bendición del útero” ceremonia a la que asistí por segunda vez el domingo 15 de diciembre, en la que fuimos invitadas mis compañeras de @herenciamujertambor para custodiar y amenizar aquel encuentro con nuestras improvisaciones y tema musical “Todas somos una”.

En mayo de 2022 me invitaron a participar en este ritual donde comparti desde mi experiencia una danza circular con un toque lúdico que a las participantes les permitió revivir a la niña interior e integrar a las mujeres que para ese momento estaban presentes.

En este Diciembre 2024 tuve la oportunidad de volver a participar, pero ahora con tambor y canto, de igual forma también pude recibir la bendición del útero que fue aún más significativo, primero por todo lo experimentado en cuanto a mi dimensión física y espiritual que aún metabolizo, y también porque estuve con mis compañeras tamboreras con quienes durante 6 años nos hemos conocido y repicado el tambor para diversas eventualidades en las que hemos tenido la dicha de hacer algunas labores sociales y también monetizar a partir de nuestro talento, haciendo puestas en escenas comprendidas por múltiples ensayos con ensambles de distintos ritmos afro–venezolanos .

En esta ocasión fuimos con la intención de brindar apoyo a la organizadora de este evento en Caracas, hermana que ha venido promoviendo nuestro trabajo entre sus conocidos, de esta forma cabe decir que amor con amor se paga fundiéndonos en una atmosfera musical colectiva y orgánica, simpática, llena de saberes, ancentralidad y degustaciones que nos permitió estar en sincronización con otros círculos de mujeres que el mismo día estuvieron en otros países alzando el “cordón de rezos” (oración y meditación de sanación colectiva) con las amigas y hermanas de la familia biológica y energética que están unidad en cada uno de nosotras.

Debo confesar que al llegar y al bajarme del transporte por unos instantes me sentí reactiva ante las presentaciones que me hizo una gran amiga quien para el momento era anfitriona, ella se encargó de recibirnos de mil amores en la entrada sin perder la amabilidad de presentarnos frente a otras mujeres, con respecto a mi exponía mi nombre y apellido seguido de mi currículo, de lo que al final con una sonrisa yo les decía y soy mujer. Tal situación me inquietó por lo que solicité diplomáticamente permiso para retirarme y no quedarme en las tertulias, dirigiéndome con mis tamboreras a la entrada del recinto.

Luego entendí que yo estaba pasado por una etapa de juicio interno, cuestionando el porqué de cuando nos presentamos en eventualidades sociales seguido de nuestros nombres debe haber un título, al igual reflexioné pensando que muchas de las que allí estábamos, más que presentar una profesión íbamos en búsqueda de armonía interna para reeducar ese gran amigo llamado Ego, por eso coincidimos en ese tiempo y espacio.

La ceremonia fue realizada en una zona urbanizada e integrada con la naturaleza dentro de nuestra querida cuidad caraqueña ubicada en un conjunto residencial del que lo menos que podría imaginar era que colindara con la montaña y dentro del mismo una quebrada llamada Chacaíto que desemboca en la ciudad de Caracas.

Una vez dentro del espacio de forma estratégicas estuvimos ubicadas en el sendero cercano de la quebrada, para iniciar la ceremonia al repique de tambores y sonar de guarura (concha de caracol gigante), y así dar la bienvenida a las participantes quienes debían ingresar por un pequeño portal y así pasar a las laderas del río donde limpiaríamos nuestros pies, esperando las palabras de quien vendría a dirigir la ceremonia.

También contamos con la participación de unas chicas que ambientaron el ritual en diferentes episodios de la jornada, utilizando cuencos vibracionales e instrumentos de percusión menor. Hubo un aproximado de 50 mujeres quizás más las cuales desde su sentir tuvieron su experiencia en cada una de las etapas de la ceremonia, entre esas yo, deseando tomar fotos de todo lo acontecido, pero hubo momentos en los que por estar tocando o vivenciando no pude hacerlo.

En esta expedición interior tuvo varios episodios: la entrada de las participantes, el lavado de los pies, la bendición del útero, la toma del chocolate sagrado, el cordón de rezos con cintas, la varita de poder, y la bendición del hombre, todo dirigido por dos “Chamanas mayores” así amorosamente las bauticé, a quienes por respeto me reservo sus nombres.

Para mí, toda la ceremonia fue significativa en cada uno de sus etapas, dejando en mi cuerpo un sinfín de sensaciones que aún hoy asimilo, que según las maestras, deben pasar 28 días hasta la próxima luna llena para dejar que todo lo vivido se decante en nuestro cuerpo y recibir las noticias.

Durante la bendición del útero y de todo mi organismo pude sentir la temperatura en algunas zonas de mi cuerpo, haciéndome consciente de que esos espacios requieren atención y que por mis creencias e historias de vida allí hay lesiones y dolor. Maravilloso fue sentir como con mi respiración consciente lograba dispersar todo pensamiento al punto de no sentir ninguna molestia.

La toma del chocolate sagrado fue toda una experiencia de degustación y aprendizaje, nuestra Chaman comentaba que el chocolate por naturaleza es amargo y de allí su verdadero poder curativo por todas las propiedades que posee, dándole también un valor existencial pues al consumirlo en su pura esencia podemos encontrar su dulzor natural, haciendo alusión, que así es la misma vida, con situaciones amargas a las que les debemos buscar la dulzura para poder obtener sus beneficios.

El entretejido de cintas con el “cordón de rezos” resultó para mí todo un bonito enredo, pues allí usamos cuatro cintas y a cada una le ofrecimos un propósito para la humanidad: para las hermanas en situaciones difíciles, el hombre que esta apartado de su misión de vida, y para nosotras, quedando unidas como un gran tejido “que da nuestra convicción porque lo femenino sea amorosamente valorado, vivido y honrado tanto en mujeres como en hombres” (palabras de la Chaman).

Siento que una de las ceremonias que más que conmovió, fue donde se hizo la bendición de los hombres presentes proyectándose a todos los del planeta, limpiándolos de toda culpa, accionando su belleza biológica, recordándoles su origen y misión en la tierra, a quienes se les perdonó y ratificó como complemento del poder masculino y femenino que nos habita, siendo ambas energías alianza perfecta para la creación, quedando ellos como guardianes de nuestros sueños y deseos a traves del "cordon de rezos".

Y con la varita de poder que nos obsequiaron, hecha de una forma artesanal, me imaginé como la bruja de un Edén, con ella bendecimos los 4 puntos cardinales, y en rotaciones fuimos pasando por todos los meses del año atesorando los deseos que necesitamos en cada mes: para el mundo - cosmos, Venezuela, familiares, y para cada uno de los presentes.

Al final presentamos nuestro canto “Todas somos una” que fue bendecido de utero a utero con tomabor y cacao, Ivonne la autora del tema en principio explicó de donde surgió su inspiración, ofreciendo su poesía y seductora palabra emocionada, para después a viva voz “todas cantar” al sonar nuestros instrumentos, donde la perfección y métrica musical paso a otro plano pues el clamor de las voces entre mujeres vibró en una misma frecuencia, disipando títulos, corazas, creencias, resistencias, diferencias, géneros, simplemente todos fuimos una bendecidas.

Para cerrar mi relato dejaré por aqui el video clip de nuestro tema musical, que en este año pudimos grabar tras mucho esfuerzo y amor, y que entre los más cercanos se ha convertido en un himno de hermandad, con el deseo de que llegue a muchos lugares y toque muchas almas.

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![ENGLISH VERSION]
Greetings dear readers, today I give life and love to my blog with a healing life story that even today I feel decanting in my body with the smell of cocoa, river and flowers very close to me.

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Flowers and cocoa in nature were indispensable and propitious elements for the “Blessing of the womb” ceremony that I attended for the second time on Sunday, December 15, in which my colleagues from @herenciamujertambor were invited to guard and liven up that meeting with our improvisations and musical theme “We are all one”.

In May 2022 I was invited to participate in this ritual where I shared from my experience a circular dance with a playful touch that allowed the participants to revive the inner girl and integrate the women who were present at that moment.

In this December 2024 I had the opportunity to participate again, but now with drum and singing, in the same way I could also receive the blessing of the womb which was even more significant, first for everything experienced in terms of my physical and spiritual dimension that I still metabolize, and also because I was with my fellow drummers with whom for 6 years we have known each other and beat the drum for various eventualities in which we have had the joy of doing some social work and also monetize from our talent, making stagings comprised of multiple rehearsals with ensembles of different Afro-Venezuelan rhythms.



On this occasion we went with the intention of supporting the organizer of this event in Caracas, a sister who has been promoting our work among her acquaintances, in this way it can be said that love is repaid with love, melting us in a collective and organic musical atmosphere, sympathetic, full of knowledge, ancentrality and tastings, which allowed us to be in synchronization with other women's circles that on the same day were in other countries promoting the “cordón rezos” (prayer and collective healing meditation), This allowed us to be in synchronization with other women's circles that on the same day were in other countries raising the “cord of prayers” (prayer and meditation of collective healing) with friends and sisters of the biological and energetic family that are unity in each one of us.





I must confess that upon arriving and getting off the transport for a few moments I felt reactive to the introductions made by a great friend who at the time was the hostess, she was in charge of welcoming us with a thousand loves at the entrance without losing the kindness to introduce us in front of other women, regarding me she exposed my name and surname followed by my resume, which in the end with a smile I told them and I am a woman. Such a situation disturbed me so I diplomatically requested permission to leave and not stay in the gatherings, going with my drummers to the entrance of the enclosure.


Then I understood that I was going through a stage of internal judgment, questioning why when we present ourselves in social events followed by our names there should be a title, I also reflected thinking that many of us who were there, rather than presenting a profession, we were in search of internal harmony, to re-educate that great friend called Ego, so we coincided in that time and space.

The ceremony was held in an urbanized area integrated with nature in our beloved city of Caracas, located in a residential complex, the least I could imagine was that it was adjacent to the mountain and within it a creek called Chacaíto that flows into the city of Caracas.



Once inside the space, we were strategically located on the path near the creek, to begin the ceremony with the beating of drums and the sound of guarura (giant snail shell), and thus welcome the participants who had to enter through a small portal and thus pass to the slopes of the river where we would clean our feet, waiting for the words of the person who would come to lead the ceremony.





We also had the participation of some girls who acclimated the ritual in different episodes of the day, using vibrational bowls, and minor percussion instruments. There were approximately 50 women who had their experience in each of the stages of the ceremony, among them me, wishing to take pictures of everything that happened, but there were times when I could not do it because I was touching or experiencing.






In this inner expedition she had several episodes: the entrance of the participants, the washing of the feet, the blessing of the womb, the taking of the sacred chocolate, the ribboned prayer cord, the wand of power, and the blessing of the man, all led by two “Senior Shamans” thus lovingly I lovingly christened them, whom out of respect I reserve their names.



For me, the whole ceremony was significant in each of its stages, leaving in my body a myriad of sensations that I still assimilate today, that according to the teachers, 28 days must pass until the next full moon to let everything lived decant in our body and receive the news.

In the blessing of the uterus and my whole organism I could feel the temperature in some areas of my body, making me aware that those spaces require attention and that because of my beliefs and life stories there are injuries and pain. It was wonderful to feel how with my conscious breathing I was able to disperse all thoughts to the point of not feeling any discomfort.

Our Shaman commented that chocolate by nature is bitter and hence its true healing power for all the properties it possesses, giving it also an existential value, because by consuming it in its pure essence we can seek its natural sweetness, alluding that this is life itself, with bitter situations to which we must seek the sweetness in order to obtain its benefits.


The weaving of ribbons with the “prayer cord” turned out to be a beautiful entanglement for me, because there we used four ribbons and to each one we offered a purpose for humanity: for the sisters in difficult situations, for the man who is separated from his life mission, and for us, remaining united as a great fabric "that gives our conviction that the feminine is lovingly valued, lived and honored in both women and men ” (words of the Shaman).





I feel that one of the most moving ceremonies was the blessing of the men present, projecting themselves to all the men of the planet, cleansing them of all guilt, activating their biological beauty, reminding them of their origin and mission on earth, who were forgiven and ratified as a complement to the masculine and feminine power that inhabits us, being both energies perfect alliance for creation, that is why the men present were granted the condom of prayers, leaving them as guardians of our dreams and desires.



And with the wand of power that we were given, made in a handmade way, I imagined myself as the witch of an Eden, with it we blessed the 4 cardinal points, and in rotations we went through all the months of the year treasuring the wishes we needed in each month: for the world - cosmos, Venezuela, family, and for each one of those present.


At the end we presented our song “We are all one ‘ which was blessed from uterus to uterus with drums and cocoa, Ivonne the author of the theme at first explained where her inspiration came from, offering her poetry and seductive emotional words, and then loudly ’we all sing” to the sound of our instruments, where perfection and musical metrics went to another level because the clamor of voices among women vibrated on the same frequency, dissipating titles, armor, beliefs, resistance, differences, gender, we were all simply one blessed.


To close my story I will leave here the video clip of our theme song, which this year we were able to record after much effort and love, and that among those closest to us has become a hymn of brotherhood and solidarity, with the desire that it reaches many places and touches many souls.

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Todas somos una | We are all one - Youtube

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^{Todas las fotos son de mi álbum personal algunas tomadas por mi y otras cortesía de compañeras participantes en la bendición del utero}

^{All photos are from my personal album, some taken by me and others courtesy of fellow participants in the blessing of the uterus.}

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Translator DeepL