Un gusto participar nuevamente en la iniciativa de @mosa71 , ampliando el tema de las onda sonoras que narramos hace unas semanas atrás, la música es arte, vida y esencia que nos lleva al pasado, al presente y al futuro, de acuerdo al punto de vista que evidenciamos y proyectamos.

Cada compositor narra de acuerdo a sus experiencias, párrafos que nos visualiza a nuestra realidad de acuerdo a los episodios de alegrías, tristezas, decepciones y desafíos.

Es increíble el sentido de la audición, nos lleva a tráiler que marca nuestras etapas, recordando nuestro pasado como si fuera ayer, con todas las personas que fueron parte de nuestra formación ya sea en lo familiar/amistoso/amoroso, en algunos casos por situaciones de la vida, algunos han fallecido, pero siguen estando presentes en nuestros corazones, dejando grandes vacíos en nuestro ser.

Que irónica y misteriosa es la vida, valoramos a nuestros seres amados cuando ya no lo tenemos y es nuestro arrepentimiento infinito que cambiamos el rumbo.

En los escalones del destino, hay canciones que nos encanta desde la niñez hasta la madurez adulta, cuyos estilos son variantes entre gustos y colores.

En esta iniciativa englobamos melodías que en su momento nos llevó a tristezas o despechos, entre mis gustos el estilo pop, que reinaba en esa época.

Cuando compartes día a día con una persona de sexo opuesto e igual género, respeto la sexualidad de cada individuo, es inevitable no sentir algo por ese ser que está siempre a tu lado y es allí donde nacen vínculos donde entra sentimientos y atracción física, para luego formar una relación.

Hace 12 años aproximados, tuve un amor que jamás olvidare y que recordare como un episodio trascendental, ya que marco mi juventud, todo se apertura de color de rosa, hacemos locuras que solo hace una dama o caballero enamorado, de ir hasta la cima si es posible si estamos en zonas lejanas, donde nos cegamos de las consecuencias, con el dicho el amor es ciego.

Esa hermosa relación duro 5 años, que englobo un brillo de diversas tonalidades pasteles en el panorama de adolescencia donde están a flor de piel las inmadureces que todos cometemos, lleno de alegrías, tristezas, rabias, celos y demás, por ser un amor que inicia en la secundaria y continua en la universidad, pero con destinos diferentes de carreras, se avecina un distanciamiento por el bien de cada uno, en el momento no se ve así, al llegar ese instante se apertura las tonalidades opacas e incluso oscuras, que marcan el quiebre de una relación por la monotonía y próximamente sino hay madurez suficiente llega un final, porque no se comparte los mismos gustos que al comienzo.

Las damas nos gusta que nos consientan, cada reina posee gustos diferentes, a mi parecer los detalles sencillos como compartir una comida, un helado, un baile, salir de la rutina y experimentar es parte de una fuerte relación de pareja, dar un gesto cada mañana, un mensaje, un beso en la frente, un abrazo, un consuelo, una sonrisa, una frase que engloba lo crucial, el valorar a tu mujer, en cada nota que Dios nos permite vivir, el hombre deja de hacer eso y la flor del amor se marchita y se apertura caminos distintos, por muchos años que se tengan juntos.

Mi iniciativa se narra en tres melodías que las recuerdo como si fuera ayer, ya que siempre agradezco a Dios por todo lo bueno y malo que me coloca en el camino y jamás he de olvidar, una de ellas es el estilo de pop del grupo Lu, conocida la vida después de ti.

Me identifique con esta canción en aquel momento y en un tráiler de mi vida, las guarde en el baúl de los recuerdos, que todavía siguen en sintonía en las redes sociales como los mejores clásicos, lamentando su separación del grupo en el medio artístico.

Dice así: